Seguimos explorando rincones de la Riviera Maya, y ejemplos de los lugares increíbles que hay por ver en ésta región de México. Si primero desplegamos en imágenes un ejemplo de un cenote (Yal-ku) contectado al Mar Caribe que parece un acuario gigante por la cantidad de peces de colores (situado en Akumal), en éste caso, el ejemplo es el de un cenote tierra adentro, escondido en la jungla que cubre gran parte de la Península de Yucatán.
Se llama Cenote Azul, y está situado junto a la carretera que va desde Playa del Carmen a Tulum, a unos 25 minutos desde la primera ciudad. La realidad es que son miles los cenotes que hay en la península, y que son decenas los que están abiertos a visitantes. El Cenote Azul es uno más de tantos ejemplos de la belleza de éste tipo de accidente geográfico, lo que en términos turísticos supone una alternativa a la playa y unan excursión para programar dentro de nuestra estadía.
¿Que es un cenote?
Básicamente, un cenote es el nombre que se le da en toda ésta región a los afloramientos de aguas de ríos subterráneos alimentados por la lluvia, en una zona donde todo el suelo es de piedra caliza. En toda la Riviera Maya los ríos son subterráneos, ya que el agua a lo largo de miles de años fue erosionando la roca y se fue filtrando bajo la superficie. En algunos puntos, el agua erosionó de tal modo la roca que aflora a superficie, y allí se forman los cenotes abiertos, pero también los hay cerrados en cuevas subterráneas, o semi-abiertos. El link en el primer párrafo muestra como es un cenote abierto cuando estos ríos desembocan al Caribe.
En el Cenote Azul que se ve en éstas fotos el agua aflora como un río a superficie, pero luego vuelve a seguir viaje hasta el mar filtrándose bajo tierra.
El resultado a nivel visual es poco menos que espectacular: una auténtica piscina que en las partes más profundas (de unos cinco metros) se vuelve de color azul. A ello hay que sumar la belleza del entorno, con la jungla invadiendo el cenote, algunos árboles que parecen crecer en el agua entre las rocas.
Y a todo ello, hay que agregar el espectáculo bajo el agua. Es imprescindible llevar nuestro equipo de snorkel para descubrir la cantidad de peces abundantes que hay en cualquier rincón. Aunque en éste caso, al ser un cenote tierra adentro, los peces no son tan coloridos como en los cenotes conectados al mar. Pero no deja de ser un espectáculo bellísimo con el que pasarse horas.
En Cenote Azul, nadie puede perderse hacer esnorquel durante horas, aunque el agua es un poco más fría que la del Caribe, es completamente agradable y sobre todo cristalina:
En el entorno del cenote principal, hay otros cenotes más pequeños escondidos en la jungla:
Algunos visitantes que son los verdaderos propietarios del lugar:
El cenote principal, que se extiende por la jungla tiene varios sectores diferenciados y de distinta profundidad:
En la parte más profunda, es una auténtica piscina azul:
Como llegar: en el mapa pueden buscar el punto “Cenote Azul” junto a la carretera. En la misma zona hay varios cenotes juntos, uno al lado de otro, y hasta un parque de cenotes, que permite visitar varios a la vez. La visita es ideal para hacer en un día completo o una tarde. La entrada es de unos 80 pesos mx por adulto (unos 6 dólares norteamericanos). Hay zonas de sombra, lugares donde sentarse, sevicios mínimos como baños, y una pequeña tienda donde comprar alimentos.
No lo pienses más, encontrarás muchos rincones donde nadar y refrescarse del calor de la Riviera Maya como si estuviéramos en un auténtico oasis en la jungla.